Es costumbre de la familia levantarse un poco más tarde los domingos, disfrutar de panqueques con miel de maple, tomar un baño rápido para ir a la misa dominical. Por la hora a la que se ponen en pie el día parece que se esfuma; lo que produce estrés a todos los miembros. El domingo es el único día destinado al descanso y que este se acabe en un abrir y cerrar de ojos…mmm...impide que se disfrute.
—¿Todos están listos ya?, —preguntó la mamá intentando apurar a todos—, tenemos que irnos, si no llegamos tarde.
—...Sí… —respondieron todos en voz alta al unísono.
—Bueno, entonces vámonos ya. Están atrasando, —dijo la mamá con su tono de voz alto.
—Para usted que le gusta llegar temprano, —expresó el papá.
—“Temprano…no…, papá, a tiempo” es lo que mamá dice, —mencionó Andréw con voz pausada, mostrando expresión seria en su cara —, porque ella dice, que 15 o 5 minutos antes, ya es tarde papá.
—Gracias, Andrew, se me olvida que usted a veces recuerda todo lo que su mamá dice, —le respondió el papá más serio aún —. Bueno, vámonos.
—Chiquillos, recuerden que en la Iglesia tenemos que estar sentados y en silencio, ¿ok? —les recordó la mamá casi ordenando a los niños estar como robots en la iglesia. A pesar de saber, que para ella esa hora se sentía eterna, cambiaba la posición de sus pies unas 30 veces, las de sus brazos y manos otras 30 y si se distraía escuchaba solamente la mitad de la homilía. Ahora imagine lo difícil que puede llegar a ser para los dos niños permanecer inmóviles; los que muchas veces no logran estar sentados y en silencio en la casa viendo la televisión.
—¡Qué pereza mamá! —dijo Kristin con cara arrugando su frente y levantando las cejas.
—¡Uy, Kristin!, usted siempre con pereza de todo, —le replicó su papá.
—Eso es mentira, papá, además, Andrew piensa igual ¿verdad Andrew? —alegó Kristin.
—Sí, papá, recuerde que cuando permanecemos sentados por mucho tiempo sentimos un cosquilleo que sube por nuestro cuerpo… —dijo el niño mientras encogía su cuerpo como sintiendo el cosquilleo en ese instante—, ¡uuuy! y tenemos que movernos.
—Bueno, es algo que no les puedo discutir. A mi también me pasa…, —, casi susurro la mamá mientras bajaba la cabeza y hacía una mueca con su cara, casi intentando que los niños no la escucharan esa parte de la frase. Luego elevó su cabeza y voz para volver a indicarles que debían permanecer como estatuas en la celebración—. pero, les recuerdo que ustedes deben aprender a comportarse y controlar sus impulsos, no todo el tiempo van a ser niños.
Kristin luego de escucharla pensó un instante …mmm…Andrew y yo somos un poco inquietos a veces pero nos comportamos bien. ¿Por qué dice que tenemos que aprender a comportarnos?
—Mamá, pero si Andrew y yo nos comportamos bien, a veces hablamos o nos movemos de más, pero, no, nos compartamos mal. —expresó la niña con duda en la cara. Si otro adulto hubiera escuchado a la niña hubiera pensado que contradecía a su mamá, sin embargo, parte de la terapia que recibe la niña por el TDAH incluye entender sus emociones y expresar lo que siente o piensa de manera educada, esto le ayuda a regular sus emociones de manera sana.
La mamá escuchó lo que las palabras de la niña y se dijo…creo que a veces no me expreso bien… —sí, Kristin, tiene razón, ustedes se comportan bien, yo no me supe explicar, ustedes tienen que ir aprendiendo que hay lugares en los que uno se puede mover y hablar, pero hay otros en donde debemos permanecer en silencio o queditos, queramos o no.
«Porque en la iglesia se hace una celebración y no es correcto moverse o hablar, así como en la escuela que tienen un espacio dedicado a las clases y otro a los descanso en los recreos, además solo es una hora en la semana.
Una hora que por cierto a ella se le hacía eterna, nada más que no lo expresaba con palabras, lo medio toleraba con su cuerpo, escuchaba al sacerdote y pensaba ojalá acabe rápido. Lo cual no es correcto, pero la voz que vive en su cerebro hace el comentario de forma automática, por lo que ella solo escucha “cuándo va a parar”, “cuánto falta” y otras frases más.
—¡Ah!, era eso, yo entendí que nos portamos mal en misa. Yo entiendo que no debemos hablar, movernos mucho o pararnos, porque interrumpimos al resto de personas, usted nos lo ha explicado muchas veces. Más de la cuenta, creo que a veces piensa que todos se nos olvida, pensó al final, pensamiento que se guardó. La niña lo guardo porque ya sabía que la respuesta de su madre a esa frase iba a ser “porque a veces parece que lo olvidan”.
—No, no me refería a eso. ¿Oyó lo que dije, Andrew?, por si había entendido lo mismo —, le tiró una serie de frases al niño. Olvidando que a Andrew se le deben decir frases cortas y concretas. Al no obtener respuesta inmediata, le preguntó—. ¿Andrew me escucha?
—Ah…perdón…mamá, no escuché, estaba viendo los otros carros, —respondió él, una respuesta típica, a veces no escuchaba todo lo que se le decía. Por alguna razón extraña desde niño tiene la capacidad de no prestar atención a algunas frases o cosas que se le dicen, mientras que otras, escucha hasta lo que no se le dice.
—Bueno, vamos ya, que sino llegaremos tarde, —sugirió la mamá para no seguir con la conversación.
El domingo transcurrió normalmente, la mamá no notó nada raro en el comportamiento de Kristin para pensar que podía estar enferma; a la vez recordó las palabras que le había dicho el papá el viernes en la noche que podía ser que Kristin saltara de más en el recreo ese día. También que ese día había hecho mucho calor y eso la pudo cansar más de la cuenta, ya que él ese día también se sentía cansado.
Ese lunes la maestra asignó el primer proyecto antes de las tareas, la feria científica, esta es una de las actividades que produce en Kristin preocupación y ansiedad. Ya que no consta de resolver una ficha de acuerdo a lo que se ha estado estudiando, esta consta de varios pasos: investigar un tema, redactar objetos e informe escrito, hacer experimentación y al final exponer los resultados a los compañeros del aula.
Para este proyecto se tiene un mes de tiempo. Sin embargo, para Kristin que tiende a querer ver las tareas terminadas casi apenas que las inicia, esto para sentirse satisfecha o recibir una recompensa inmediata, este tipo de proyectos pueden ser un reto, ya que debe trabajar por un mes sin ver resultados hasta el final.
—¡Hola Kristin! ¿Cómo le fue en la escuela? —le preguntó la mamá luego de saludarla con un beso en la mejilla.
—Bien ¿y Andrew? —le respondió ella luego de besarle la mejilla también y a la vez intentando no llegar a la pregunta que sabía que su mamá le iba a hacer tarde que temprano.
—Se quedó con su abuela, ¿y, por qué la intriga? usted sabe que si no viene conmigo se queda con su abuela —le recordó ella luego de responderle la pregunta.
—No…, por nada…me extrañó que no viniera, como siempre que sale temprano de la escuela viene con usted. Yo pensé que iba a venir.
—...Mmm… usted pensó que Andrew iba a venir…bueno ¿y le dejaron alguna tarea o proyecto?, —le preguntó la mamá, como sospechando de dónde venía tanta intriga sobre Andrew, la conocía muy bien, como para saber que a veces tendía a querer evadir el tema de tareas o proyectos por unos minutos.
—...Mmm… sí, el proyecto de la feria científica, que me da pereza de verdad por tan largo y aburrido que es, …se dura un mes haciéndolo mamá, —respondió la niña arrugando la cara.
—Uy, Kristin, usted parece que nació con pereza y cansada. Ya le dije que tiene que hacerse responsable, —le alegó la mamá con el tono de voz un poco alto.
Era la segunda vez que su mamá la hacía sentirse irresponsable, por expresar que le daba pereza hacer algo. Sin embargo, ni ella sabía porqué algunas tareas tan largas a veces la hacían sentir frustración solo de pensar en todo el trabajo que debía que hacer y por un mes entero. Para el cerebro de la niña el trabajo era enorme y complicado.
Aunado a esto, no recibir una recompensa a corto plazo le causaba desmotivación y falta de interés y para terminar ni le asignaban un tema, ella debía buscar entre los mil de los estudiados en clases y desarrollar una serie de pasos, al contrario de cuando se hace una tarea corta. Parece exagerado, pero la niña a veces solo usa palabras y palabras escritas sin considerar que son pasos que se deben ir desarrollando uno a la vez, lo que produce caos en su cerebro.
—Hoy voy a leer las indicaciones bien y luego voy a investigar sobre qué tema voy a hacer el proyecto —articuló Kristin con la voz apagada apagada lo que se reflejaba en sus ojos sin brillo de emoción y boca ligeramente curvada hacia abajo. Escuchar esas palabras la hizo sentir mal, su mente solo se enfocó en que para su madre era una irresponsable y eso le causó cierta opresión en el pecho, sensación que no había sentido antes.
Al llegar a la casa tomó una merienda y se fue directo al cuarto a iniciar el proyecto, ya que era lo único que tenía por el momento. Luego de leer las indicaciones decidió que el proyecto iba a ser sobre ¿cómo producir energía hidráulica? era una tema que recién había visto en clase y era relativamente fácil para hacer experimentos.
Se dispuso a buscar información en Internet con la idea de luego pedir ayuda a su mamá en las partes que le constaran más. Sin embargo, ella no contó con que en internet se puede encontrar un montón de información sobre cualquier tema. Por lo que se sintió un poco abrumada al buscar y leer. Ella leía en una página, leía en otra y se sentía frustrada porque todo tenía diferentes explicaciones, lo que le impedía saber por dónde comenzar el trabajo.
—Mamá, ¿me puedes ayudar? —gritó desde su cuarto a la cocina—, es que no entiendo bien.
—¿Qué?, ¿ocupa ayuda, Kristin? —le dijo al entrar al cuarto.
—Es que encuentro mucha información y no sé por dónde empezar, —le dijo ella.
—¿Ya sabe de qué lo va a hacer?
—Sííí, de la energía hidroeléctrica, mamá.
—Bueno, ya tiene el tema ¿y ya pensó los objetivos?, eso es importante para saber qué información incluir.
—Ay, sí, ¡los objetivos! sabía que algo me faltaba —exclamó Kristin, al ver que los había olvidado después de leer toda la tarea.
—Recuerde hacer listas de chequeo. Así tacha los pasos que debe seguir, —le recordó su madre luego de escucharla—, agarre eso y escriba los pasos para ver que hay que hacer, —le dijo señalando la esquina del escritorio
Kristin tomó el lápiz, el block de notas que su mamá le señaló. Luego las indicaciones, para leerlas y leyó cada indicación y mientras escribía una lista con ayuda de su mamá, al terminar la pegó sobre las instrucciones generales para tenerla a la vista. — Uno, leer la tarea, check, porque ya está listo; dos, escoger el tema, check porque ya está listo; hacer los objetivos, faltan, buscar información para saber que experimentó hacer...
—Y los conceptos de los que se va a exponer, —le recordó su mamá.
—Ok, tiene razón mamá, buscar información de los conceptos y redactar la teoría, importante buscar un experimento fácil para la exposición.
—No tanto que sea fácil Kristin, que podamos encontrar lo que necesitamos para hacerlo, eso es importante.
—Sí, tiene razón mamá, voy a poner eso en la lista, cinco buscar los materiales y hacer el experimento, seis, escribir los resultados y luego armar el cartel, ¡uy… ¡Qué montón de pasos mamá! —exclamó Kristin al terminar de escribir la lista.

—Bueno, si son un montón de pasos Kristin, pero tiene un mes para hacerla.
—Sí…yo sé mamá, pero qué pereza durar un mes solo en esta tarea, es aburrido…
Continuara...
0 Comentarios