Autorregulación Emocional (Función Ejecutiva)

Tercera ley de Newton “para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”.

Autorregulación Emocional
Autorregulación Emocional (Función Ejecutiva)

Tal vez en algún momento has visto a un niño o niña furiosa, al punto que reacciona de forma impulsiva gritando, llorando o golpeando a un amigo, compañero o hasta a un adulto. Luego, al preguntarle el porqué se comportó de esa manera, él o ella no lo puede explicar, solo puede decir: “Estaba enojado”.  Es decir, no pudo controlar la emoción que sintió en ese momento. 


Estas reacciones que son típicas en la infancia, niñez y adolescencia, incluso en ocasiones en la adultez, parten de una dificultad en la autorregulación emocional, la cual, además forma parte de las funciones ejecutivas. De hecho, este es un tema complejo porque también se relaciona con el manejo adecuado de las emociones que sentimos y las competencias emocionales. Sin embargo, este tema es importante, ya que las personas con algún trastorno como déficit de atención e hiperactividad o del espectro autista pueden desarrollar esta función un poco más tarde que sus iguales, por lo que en la niñez tienen a ser etiquetados como maleducados por la forma en que se comportan.


Primero, definamos el término autorregulación emocional:


La autorregulación emocional es la habilidad que tiene el ser humano para controlar el tipo de emociones que siente, así como la frecuencia y la intensidad con que las experimenta, esta le permite regular su comportamiento en todos los contextos y situaciones que se desenvuelve. Con ella regula la forma en que se expresa con  gestos físicos, tono de voz y lenguaje sin perder el control de sus emociones. Además, provee de la motivación necesaria para dar inicio, proseguir y concluir las actividades que se deben ejecutar sin importar los contratiempos, así mismo la capacidad de posponer la gratificación o recompensa hasta concluir. Todo esto sin que otro individuo intervenga en sus acciones.    


Una persona tiene la capacidad de autorregularse cuando no requiere de otro individuo para actuar de manera tranquila en las diferentes situaciones que lo pueden alterar, así como para tomar las decisiones necesarias ante las tareas o proyectos que deba realizar al surgir cualquier emoción.


La autorregulación emocional nos permite vivir nuestras emociones de forma sana y sin dañarnos o a las personas que nos rodean. Tenemos que tener claro que las emociones existen y que muchas veces reaccionamos de acuerdo con el sentimiento que nos provoque alguna. 


Es normal que nos sintamos molestos, frustrados, iracundos, felices o con miedo, por mencionar algunas, el problema se presenta cuando la reacción a cualquiera de ellas no es la correcta.


Un ejemplo muy claro es cuando un niño está feliz y su reacción es gritar aunque esté en un lugar en que no lo puede hacer, o cuando por frustración una persona deja un proyecto abandonado a la primera por un fallo sin intentarlo de nuevo. Una de las más conocidas, o que se ven más en las noticias, es la agresión de un individuo a otro sin pensar en las consecuencias porque se enojó y explotó en furia.


El ser humano cuenta con la capacidad de gestionar sus emociones de manera natural, como dije al principio hay trastornos como el TDAH o TEA que afectan esta función ejecutiva por lo que se debe dar terapia por profesionales especializados para compensar ese déficit.  


Sin embargo, hoy en día hay muchos factores que afectan nuestra autorregulación emocional, el estrés diario que nos hace estar a la defensiva, suprimir las emociones hasta el punto que con la pequeña cosa que nos moleste se detona un enojo al estilo de Hulk. 


Es claro, que por años no existió una adecuada educación emocional tanto en el hogar como en las instituciones educativas por falta de información y antiguas creencias erróneas. Hoy en día eso ha cambiado porque se cuenta con más información sobre el tema de las emociones y la gestión de estas. Al ser docente tengo conocimiento sobre el manejo de las emociones, sin embargo, es importante entender que para la terapia siempre es necesario contar con los especialistas en psicología o psiquiatría dependiendo de la razón, no es mi objetivo invadir otra área de estudio, mi intención es concientizar el hecho que el no poder autorregular las emociones debe ser considerado como una realidad a tratar.


Al final, lo importante es entender que debe existir un equilibrio entre las emociones que sentimos y nuestras reacciones. Si vemos que no existe busquemos el apoyo de un profesional que nos guíe. Así como que si observamos que nuestros hijos o hijas requieren apoyo en el control de sus emociones y reacciones tengamos presente a que se debe y también busquemos una guía profesional para ellos.   


Espero que este artículo les sea de apoyo, gracias por leer hasta el final. Para terminar les recuerdo la tercera ley de Newton "Para cada acción hay una reacción igual en el sentido opuesto" nuestras acciones o palabras tienen el poder de impulsar a una persona de forma positiva o negativa, siempre busquemos hacer el bien.


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