¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar de algo que me toca muy de cerca, tanto como profesional, como persona con TDAH y como mamá de dos hijos neurodivergentes.
La Invisibilidad de la neurodivergencia: Cuando las frases triviales anulan una realidad
Mi experiencia: Más allá del "poquito"
Cuando alguien dice "todos somos un poco despistados", lo entiendo. Todos olvidamos las llaves de vez en cuando. Pero mi "despiste" con el TDAH va mucho más allá. Es una lucha diaria por organizar mis pensamientos, por no perderme en una conversación importante, por recordar fechas de entrega que son cruciales. Es la frustración de sentirme abrumada por el ruido del ambiente o de que mi impulsividad me juegue una mala pasada. No es un "poquito" de despiste; es una forma diferente en que mi cerebro procesa la información, y eso impacta cada rincón de mi vida, desde el trabajo hasta mis relaciones.
Y cuando escucho "todos somos un poco autistas", me doy cuenta de lo poco que se comprende la profundidad del autismo. No es solo ser un poco introvertido o tener gustos específicos. Para mí, y para mi hijo, el mundo puede ser un torbellino sensorial. Un simple ruido o una luz brillante pueden ser dolorosos. Las interacciones sociales son un laberinto de reglas no escritas que intento descifrar desde niña, a menudo "enmascarando" mi verdadera forma de ser para intentar encajar. Es un esfuerzo constante que agota y que afecta mi capacidad de conectar con los demás de la manera "típica".
El peligro de la normalización superficial
Estas frases, por inofensivas que parezcan, crean un ambiente donde las personas neurodivergentes sentimos que nuestra realidad es invisible, o peor aún, que estamos exagerando. Si "todos somos un poco así", ¿entonces para qué necesitamos apoyo, adaptaciones, o esa paciencia extra de los demás? Se nos presiona a encajar en un molde que no está hecho para nosotros, ignorando que nuestros cerebros funcionan de una manera única.
Anular estas realidades es negar la maravillosa diversidad humana. Es borrar las historias de resiliencia, las estrategias que hemos desarrollado para navegar un mundo que no siempre nos entiende, y los talentos únicos que a menudo acompañan a estas condiciones.
¿Cómo podemos ofrecer un apoyo genuino?
- "Entiendo que esto puede ser un desafío para ti y estoy aquí para apoyarte."
- "Reconozco que tu experiencia es única y la respeto."
- "¿Hay algo en lo que pueda ayudarte para que esto sea más fácil?"
- "Valoro tu perspectiva y cómo abordas las cosas de manera diferente."
- "Estoy aprendiendo más sobre el TDAH/TEA para entenderte mejor."
- "Tu forma de procesar el mundo es válida y valiosa."
Al usar estas expresiones, no solo estamos demostrando empatía, sino que estamos construyendo una sociedad más inclusiva, donde la neurodiversidad sea celebrada y no disminuida.
Así que, la próxima vez que se encuentren a punto de usar una de esas frases "normalizadoras", los invito a detenerse un momento y preguntarse: ¿Estoy realmente empatizando o estoy silenciando una parte fundamental de la realidad de alguien?
¡Gracias por escucharme! ¡Espero que esta información te sea útil! y gracias por leer hasta el final, aprovecho que llegaste hasta aquí para recordarte la tercera ley de Newton "Para cada acción hay una reacción igual en el sentido opuesto" nuestras acciones o palabras tienen el poder de impulsar a una persona de forma positiva o negativa, siempre busquemos hacer el bien.
También me encantaría leer sus comentarios y experiencias. ¿Qué frases han escuchado ustedes? ¿Cómo les han hecho sentir? ¡Los leo!
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