Cuando el cerebro se nubla: Tareas y TDAH, un caos organizado

Tercera ley de Newton “para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”.

Los fines de semana siempre son tranquilos para Andrew, generalmente: repasa alguna asignatura escolar el sábado por la mañana y después juega en su consola, ve alguna película con su hermana, sale a caminar al parque o a hacer compras en la ciudad con sus padres y los domingos dependiendo si está en periodo de exámenes o no, descansa o estudia. Pero, este sábado en especial pintaba que iba a ser un poco largo y estresante para él y para su mamá. Ya que el viernes le habían dejado algunas tareas escolares que tenía que entregar el siguiente viernes. Sin embargo, una regla de su madre era que las tareas se iniciaban desde el primer día sin importar que fuera entre semana o fin de semana. Regla que tiene una razón para ella, ya que si estas eran muy largas se contaba con el tiempo suficiente para organizarse y dividirlas en partes, o si eran difíciles se tenía tiempo para preguntar o investigar en internet lo necesario para resolverlas.

Ustedes se preguntaran ¿por qué este sábado iba a ser estresante para Andrew y su mamá? en realidad solo deben resolver unas tareas escolares. Hasta parece que estoy exagerando al decir que va a ser un sábado estresante, resulta qué, al empezar a hacerlas el cerebro y mundo de ambos se pueden volver un caos por diferentes razones.

Por un lado, para la mamá, Andrew tiene la muy mala costumbre de no seguir indicaciones, por lo que en una tarea que puede hacerse en media hora o 45 minutos, él se puede tardar hasta 2 horas y esto la hace sentir ansiedad, hasta el punto de sentir ronchas invisibles en su piel que le causan picazón extrema, sí, invisibles, esa es la percepción de ella porque la ansiedad le provoca esa picazón en la piel. 

Sin embargo, para Andrew, el problema va más allá del tiempo que él dura en hacerlas. Para él, el problema real es que cuando inicia a leer las instrucciones, lo quiere hacer tan rápido que tiende a no leerlas completas, aunado a esto para él una enorme lista de indicaciones pegadas una tras otra hace que su cerebro se nuble al punto de no saber por dónde empezar. Y si eso no fuera suficiente muchas veces la lista explica lo que para él son mil diferentes pasos a seguir, para hacer una sola tarea corta, lo que generalmente lo confunde aún más. 

 

Para el cerebro de Andrew leer e interpretar esas indicaciones a veces le puede provocar un colapso mental, como lo llama él. Este "colapso" produce que su mente se disperse hasta con un papel, otra veces inicia la tarea pero en cierto punto no sabe cómo continuar lo que hace que se quede paralizado y esto le sucede casi siempre.

O peor aún, él ha llegado ha hacer toda la tarea de principio a fin, pero por no leer todas las indicaciones olvida u omite ciertas partes y aunque la hace toda, a veces tiene algo detalle mal por lo que tiene  que volver a hacerla, algo que lo enoja mucho, porque esto implica hacer doble trabajo para él y alguna veces para su mamá.

Esa mañana antes de  iniciar la mamá le pide a Andrew que traiga de su cuarto todos lo materiales que necesita para hacer las tareas, cartuchera, reglas, lápiz de color, calculadora, las fichas donde están escritas las instrucciones y donde se debe trabajar. Él caminó hasta el cuarto, pero al llegar ahí se quedó pensando "¿Qué tenía que llevar? Lápiz de escribir, fichas y la calculadora." Luego de tomarlas se dijo:

—Sí, eso es todo lo que necesito.

Al regresar a la mesa tiró todo desparramado y dijo en voz alta.

—Mamá, ya estoy listo, ya podemos empezar. 

—Ok —, le gritó ella desde la cocina— ya voy para que pueda iniciar y acomode todo bien. "Ya me imagino que tiro todo en la mesa y ya”, pensó sin decir nada más.

Andrew frunció las cejas al escuchar la parte de “acomode todo” y al acomodar las cosas pensó “¿Cómo supo que tire todo en la mesa será que es adivina?” Lo que Andrew no sabe es que su mamá lo ha visto tirar las cosas todo el tiempo, por lo que no necesita ser adivina para saberlo. Para cuando su mamá llegó a la mesa y vio de reojo lo que Andrew estaba acomodando notó que no estaba todo lo que necesitaba:

—Andrew, aquí faltan cosas.

—¿Cuáles mamá? —dijo él mientras la miraba— las fichas, el lápiz y la calculadora.

—Las reglas y la cartuchera donde tiene más lápices de escribir y colorear y otras reglas más pequeñas. —le replicó ella.

—Si, cierto, ya regreso —dijo casi gritando mientras corría para el cuarto a traer lo que le faltaba.

Su mamá elevando un poco la voz le recordó cada una de las cosas que le hacían falta.

—Recuerde las REEglas, la CARtuchera, no se le olvide que se ocupan las reglas pequeñas, —le dijo al final.

Ya de vuelta en la sala Andrew terminó de acomodar todo en la mesa.

—Recuerde que primero, se lee toda la tarea de principio a fin para tener una idea de lo que debe hacer y también saber en qué parte del libro debe buscar la información. —le explicó  la mamá— …y recueeerde escribir su nombre…

Luego hizo una pausa para respirar y le continuo —inicie con esta de ciencias que es leer y buscar las respuestas en el libro, es fácil, mientras usted hace esto yo voy a ir a la cocina un momento a revisar lo que estoy preparando para el almuerzo.

Esto era una estrategia que la mamá estaba implementando con Andrew para que él trabaje de manera independiente, le decía que tarea realizar, le daba indicaciones a seguir, luego se iba a hacer algo y regresaba a supervisar.

—Está bien… —respondió Andrew y luego de que ella se fue, él empezó a leer la tarea minuciosamente, tomándose su tiempo, muy despacio para la velocidad con que Andrew leía usualmente.

Primero el encabezado y luego anotó su nombre para no olvidar escribirlo como le sucedió en el último examen, en que la maestra tuvo que entregarlos todos para saber de quién era ya que tiene muchos estudiantes a cargo. Luego, siguió con las preguntas omitiendo la indicación de leer toda la tarea de principio a fin antes de iniciarla.

Aunque su mamá pensaba que lo único que debía hacer Andrew era buscar las respuestas en el libro de texto esto estaba alejado de la realidad. Ella solo vio la primera parte, que contenía una sección de respuesta corta y un marque con x. En la segunda parte, Andrew debía resolver un falso verdadero en el que tenía que justificar su respuesta de ser falso y después de eso seguir una secuencia de pasos que estaban enumerados en una lista que parecía interminable para él.

 Como era de esperarse la primera parte la leyó y la resolvió rápidamente, casi sin buscar las respuestas en el libro, «soy un pro» pensaba mientras resolvía la primera parte. Sin embargo, al llegar a la segunda parte su cerebro empezó a confundirse, esto aunque había tomado descansos cortos entre las actividades, como le sugería su mamá siempre.

Algo que su mamá le reforzaba generalmente era leer las indicaciones completas, no obstante Andrew tendía a olvidar u omitir esto, como ya se pudieron dar cuenta al principio, en el que aunque él leyó despacio, no leyó todo hasta el final para asegurarse que no faltara ninguna sección o tuviera algún error, que era una de las finalidades de leer todo al principio.

  Sin leer las instrucciones del falso o verdadero se apresuró a iniciar —1. La membrana celular se encarga de almacenar los nutrientes y agua que se necesitan para los procesos celulares…,  —luego de pensarlo un momento dijo—, falso, esto es falso la membrana es la permite que entren o salgan cosas de la célula. —F, de falso, porque es falso.

—2. El núcleo de la célula contiene toda la información genética de la célula… verdadero, esto es verdadero. —Se dijo a sí mismo luego de leer el enunciado en voz alta.

—¿Cómo va con la tarea? —le preguntó su mamá al regresar a la mesa después de recordar que Andrew estaba haciendo la tarea. Ella también tiende a tener sus episodios de olvido por el TDAH.

     

—Bien, —le respondió él.

—Déjeme revisar lo que ha hecho. —Le dijo al extenderle la mano derecha para que él le diera la ficha, luego de tomarla se dedicó a leerla de arriba abajo silenciosamente, mientras que con su mano izquierda se rascaba el cuello excesivamente por las ronchas invisibles.  —Andrew ¿y por qué esto lo tiene incompleto?

—¿Qué cosa mamá? —respondió mientras levantaba su cabeza y se asomaba por un lado de la ficha que permanecía en la mano de su mamá.

—¡Esta parte del falso y verdadero! —le dijo ella señalando el renglón vacío con la mano y luego llevándola a la mandíbula para rascarse un poco fuerte.

Él sin entender la pregunta de su mamá le dijo —es que no he terminado de responder las falsas y verdaderas.

   

—Yo sé Andrew, me refiero a este renglón en donde tiene que justificar las que coloca como falsas.

—¿Cuál renglón?, ¿Qué debo justificar? —replicó mientras se rascaba la cabeza parecía que estaba empezando a sentir las mismas ronchas invisibles que su mamá, ya que él no entendía muy bien lo que su madre le decía.

—Tenga, y lea la indicación del falso y verdadero. —le ordenó un poco estresada.

—Mmm… Lea el enunciado y en el espacio en blanco coloque F de falso o V de verdadero. Si su respuesta es falsa justifique su respuesta en el renglón.  Ohhh, pensé que esa era una línea que dividía las respuestas.

 

—Obvio, me imagino que no leyó toda la indicación ¿verdad? —le dijo con los ojos entrecerrados y con cara de molestia luego de respirar profundamente.

—Bueno mamá, —respondió él con tono de voz un poco serio— a veces se me olvida seguir esa indicación… o la de leer toda la tarea antes. —Continuó diciendo antes que su mamá llegara a reclamarle esa parte de las indicaciones que no siguió, porque obviamente ella era adivina y él sabía que en cualquier momento se lo iba a reclamar. 

Luego de respirar profundamente de nuevo, ella le explicó a Andrew —Bueno, haga lo que le falta justifique las respuestas falsas, luego lea las indicaciones de la otra actividad para que termine lo demás, ok… 

—Ok… respondió Andrew luego de tomar la ficha en sus manos y continuar con la tarea. 

Al terminar de resolver esa parte: respiro tan profundamente, que sintió como los pulmones se agrandaban en su espalda y pecho; luego sintió como regresaban a su tamaño original; tomó un descanso de 10 minutos para continuar, lapso de tiempo en el que pensó «por fin la última parte de esta tarea, no estaba tan larga y como dice mamá, la termino y tengo tiempo libre para otras cosas, antes de hacer la de matemáticas».

 Pasados los 10 minutos se dispuso a leer las indicaciones detenidamente y despacio para entender lo que tenía que hacer, técnica que su mamá le refuerza todo el tiempo, ya que él acostumbra a leer a “mil palabras por minuto” le dice siempre su mamá cuando se sientan a leer:

Desarrollo: En una hoja en blanco dibuje una célula y sus partes, coloree cada una de distinto color y haga una lista de todas las partes y escriba al lado la principal función de cada una en la parte de atrás de la hoja. Debe adjuntar esta hoja al trabajo para ser calificada (Valor 15 puntos).

 

Al leer las palabras de las instrucciones con sus ojos su cerebro empezó a nublarse, esto porque en su cerebro en los 4 renglones le explicaban 30 cosas que tenía que hacer a la vez. 

—¿Qué tengo que hacer primero? no…entiendo muy bien —decía mientras fruncía el ceño, se rascaba la cabeza y en su cerebro se llenaba de muchos pensamientos al azar que le impedían mover alguna parte de su cuerpo al mantener la mirada fija en la instrucción que observaba fijamente pero ya no leía— hacer la célula y ¿qué partes le dibujo?…no dice que partes debo dibujar y ¿qué colores uso?…¿puedo usar cualquier color?… y ¿en que hoja la dibujo? no viene aquí en ningún lado y ¿cómo la colocó en la ficha? ¿La pegó con goma? 

Los minutos pasaban y Andrew pensaba y pensaba sin ponerse manos a la obra, “pero no tengo una hoja en blanco, mamá no me dijo que ocupáramos hoja en blanco y entonces ¿dónde hago la célula?” eran miles de pensamientos los que asaltaban su mente y le impedían avanzar. 

Andrew aún inmerso en esos pensamientos y paralizado, tanto así que al escuchar la voz de su madre pego un brinco del susto.

—Andrew, ¿cuánto le falta para terminar? 

 

—Ahhh… —gritó—, me asustó.

—¿Por qué? —le pregunto ella con una expresión tensa a la cara y más picazón en el cuello.

—Estaba pensando en qué tengo que hacer en esta última parte de la tarea. —le explicó él mientras le mostraba la ficha.

—Déjeme leerlas a mí, a veces dos cabezas pueden pensar mejor “desarrollo…en una hoja en blanco…mmm… —mientras leía el semblante tenso de su cara se acentuó aún más y se rascaba de manera brusca el cuello y la mandíbula— …dibuje una célula y  sus partes…mmm… coloree cada una de distintooo… color y haga una lista de todas las partes…mmm… y escriba al lado la principal función de cada una …mmm…en la parte de atrás de la hoja… se debe adjuntar esta hoja al trabajo para ser calificada, Valor… 15 puntos...”  

En realidad para su madre también estaban un poco confusas, aunado a esto no las leía de manera continua sino con ese …mmm… lo que le impedía entenderlas,  razón por las que tuvo que leerlas como 5 veces para comprenderlas y luego poder dividirlas en pequeñas tareas para Andrew, el TDAH le jugaba una mala pasada a los dos. 

—Bueno Andrew, vaya a su cuarto y traiga una hoja en blanco y una rayada para dividir esta tarea en pequeños pasos. —Le indico mientras corría la silla y se sentaba.

—Ok mamá, ya regreso, —corrió al cuarto y regresó en cuestión de segundos—, aquí están mamá. 

—Siéntese para que vea cómo se hace cuando las instrucciones tienen varios pasos y no están divididas. —le propuso al tomar las hojas.

—Está bien.

Ella respiró profundamente como por quinta vez y empezó a escribir en la hoja rayada los pasos uno a uno para que Andrew los siguiera.  —Primero, en esta hoja en blanco va a “dibujar una célula grande” por lo que entiendo debe hacerle todas las partes “mitocondria, núcleo, vacuolas, etcétera”. TODAS las partes que se muestran en el libro, resaltó, por eso le digo que la haga grande, de por sí, tiene todo este espacio. Segundo, después de dibujarla “colorea cada parte de diferente color y de la forma que es” me imagino que es para que no se confundan.

«Tercero, en este otro lado de la hoja “escribe el nombre de cada una de las partes y a la par la principal función” por eso le dije que puede hacerla bien grande para que todas las partes se diferencien. Cuarto, con una grapa vamos a “grapar esta hoja a la ficha para que la maestra la califique”. Así se entienden mejor. —Le pregunto a Andrew al mover su mano en círculos para aflojarla un poco y disminuir la molestia que sentía, ya que una de sus destrezas no es escribir a mano.

—Ah…ya entendí, así por pasos se ve menos confuso para mí, —respondió Andrew al tiempo que se daba un golpecito en la frente.    

  

—Ok, termine y me avisa para guardar y revisar —le dijo su mamá luego de acariciarle la cabeza.

Media hora después Andrew llamó a su mamá para que la revisara y poder descansar luego de tanto trajín mental. 

La mamá de Andrew comprendió que él debía realizar sus tareas de manera independiente. Sin embargo, ella tenía que revisarlas antes para saber en cuáles actividades se deben realizar en pasos, a su vez guiar a Andrew en la lectura de estas y con preguntas, para que él así aprenda cómo dividir las tareas complejas o grandes en pequeños pasos a seguir. 

Muchas veces la procrastinación que presentan las personas con TDAH viene por la manera en que ven una tarea, tal vez unos cuantos pasos los ven como 20 o más solo por la forma en que está escrita la instrucción, pero al analizarla y seleccionarla se ve menos complicada.

 Ustedes pensaran, esto no es difícil, yo lo hago todo el tiempo, para la persona con TADH no es fácil. A él o ella sabe que le cuestan algunas tareas por lo que su cerebro al leer una tarea extensa, que se ve difícil por la forma en que está escrita se llena de pensamientos y dudas que lo hacen paralizarse impidiéndole avanzar como a Andrew. 

Y si observan a la mamá también se sintió confundida por lo que tuvo que leerla varias veces hasta entender. A las personas con TDAH independientemente de la edad deben dársele las indicaciones en pasos cortos y concisos o enseñarles el habito de dividirlos de manera que les permitan no hacerse mil ideas de cómo debe hacerse una actividad que al final es fácil.

—Mamá, descansamos y luego hacemos la de matemáticas —dijo Andrew con un segundo aire luego de tener una estructura adecuada para hacerlas.

—La de matemáticas —exclamó la mamá de Andrew casi llorando— la había olvidado... —Algo que le suele suceder mucho en momentos de estrés a ella y a las personas con TDAH.