
“la inclusión trata de hacer efectivo el derecho a la educación mediante la integración de todos los estudiantes, el respeto a sus diversas necesidades, capacidades y características, y la supresión de todas las formas de discriminación en el contexto del aprendizaje ” (UNESCO, 2015, párr.1).
La adaptación del sistema educativo
a las particularidades de las personas estudiantes es lo que da origen a la
inclusión educativa, la que a su vez ofrece respeto a la diversidad que existe
naturalmente en los seres humanos, diversidad que hace únicos y especiales a
cada uno de los individuos que habitan en el planeta. Sin embargo, para hacer
valer ese derecho se deben dejar de lado las distinciones a las distintas
formas de aprendizaje o las características físicas.
Las distinciones o etiquetas impuestas
a las personas que no cumplen con la normalidad establecida y que debe cumplir
cada ser humano para ser igual al resto son las que han originado la
discriminación a las y los individuos con discapacidad o dificultades en el
aprendizaje.
La discriminación se ha venido dando
a lo largo de los años por falta de recurso materiales, arquitectónicos,
personales o tecnológicos, lo que ha provocado que en muchas instituciones
tradicionales se excluya al estudiante que aprende diferente o requiere de
diversos apoyos para su educación. Hoy en día existen instituciones que no
pueden ofrecer apoyos educativos, por no contar con población estudiantil
suficiente para optar por un código de docente de Educación Especial de ningún
servicio.
Asimismo, muchas no se encontraban o se encuentran
adaptadas a usuarios de sillas de ruedas, aunado a esto, no podían o pueden aceptar
a estudiantes con alguna otra discapacidad por no contar con recursos para
proporcionar los apoyos materiales y educativos requeridos, lo que producía un sistema educativo desigual.
Excluyendo a las personas con
características de aprendizaje diversas o con discapacidad, pero, que pueden
aprender lo mismo que las otras con técnicas o algunos apoyos.
¿Cuál es la única diferencia en la
educación de las personas con discapacidad o que presentan dificultades en el aprendizaje?
La respuesta a esta pregunta es muy
simple, pero, controversial, las personas con discapacidad o con necesidades
educativas especiales requieren de adaptaciones en la metodología educativa,
materiales o estrategias, las cuales muchas veces no se realizan por trámites burocráticos
que limitan los recursos, o por querer aplicar a todos los y las estudiantes el
mismo tipo de enseñanza. Por lo que la diferencia se da por la persona, sino por
las barreras que se presentan en las escuelas en las que se imparte la
educación, ya que se ven estas como limitantes en el educando y no como una deficiencia del entorno de la institución
o métodos educativos obsoletos.
¿Qué debe cambiar para que se dé la
inclusión educativa?
Es necesario cambiar el sistema
educativo basado en la mayoría que no presentan discapacidad o dificultades en
el aprendizaje, la cual se enfoca en enseñar de una sola forma sin adaptar a
las características de cada uno de los seres humanos. Para el autor Sánchez
(2016), en Retos de la educación inclusiva en México:
En principio, habría que desmontar la noción de discapacidad para darnos una oportunidad de aprender y de enseñar a partir de las fortalezas de los alumnos, trabajar sobre la potencialidad y no sobre las carencias. Mirar que las barreras para el aprendizaje y la participación se dan en la interacción y no es el niño el que las presenta, sino son los contextos las que se las imponen. (párr.13).
Los distintos profesionales, padres
y madres deben aprender a identificar las fortalezas de su hijo, hija o
estudiantado, así como eliminar los pensamientos este o esta “pobre” que no puede
aprender igual que sus compañeros o compañeras, más importante, no instalar en
el niño, niña o adolescente la etiqueta de “usted no puede por…” lo que se
trasforma en la mente de él o ella “yo no puedo por…” con las adaptaciones
adecuadas en los entorno y metodología todos los educandos pueden acceder a la
educación, a su vez, empezar a enseñar de la forma que esta persona pueda
aprender, propiciando el desarrollo de las habilidades y destrezas y no las
limitantes que muchas veces se deben a los factores externos a la persona ya
mencionados.
Un primer paso, es reconocer que el
problema no está en el niño, niña o adolescente que, si desea aprender, y que muchas
dificultades son impuestas por los pensamientos proteccionista en situaciones
de discapacidad o perfeccionista, al referirnos a un trastorno que involucra el
aprendizaje, en el que las personas que rodean a él o ella piensan, “pobre que
no puede realizar o hacer algo”, dejando de lado que cuenta con otras
habilidades y destrezas.
De igual forma dejar las maneras tradicionales
de enseñar de manera uniforme y comenzar a implementar los apoyos necesarios
para el aprendizaje de las personas que presenta características diversas en el
aprendizaje, dando así un trato igualitario.
Enfocando la educación actual en lo que el estudiantado puede producir,
se alcanzaría la educación inclusiva, consiguiendo también una sociedad
inclusiva.
Para lograr educación inclusiva se
necesita más que dar un espacio en el aula regular al estudiantado que presenta
diversidad funcional como lo menciona el autor Carballo (2014):
Dejar atrás la idea de que se trata de una reforma de la educación especial y no en la educación general: la educación sensible a la diversidad no trata solamente de atender las necesidades educativas, incluye a todas las personas y sus diferencias. Requiere de una nueva visión en la cual las diferencias sean un valor por desarrollar en vez de una excepción a superar. (p.180).
Lo que significa que tanto los
docentes como la sociedad, deben reconocer que el enfoque de la educación inclusiva
no es mejorar la educación especial. Es un cambio de paradigma en la educación
general, diversificándola para que sea accesible e igualitaria, logrando
derribar las barreras presentes en el entorno. Proporcionando los apoyos
necesarios, flexibilizando el currículo, las estrategias utilizadas por la
docente al enseñar al estudiantado entre otras.
Es empezar a ver que en este mundo no todas las personas son iguales, que existe la diversidad, además que no todos aprenden de igual manera.
“Que este mundo es un jardín de flores donde las características de cada flor son distintas y que eso no la hace menos, la hace especial y que todas merecen ser tratadas conforme sus capacidades.”
Utilizando flores como metáfora para
niños, niñas, adolescentes o personas que lo único que necesitan es ser vistas
como alguien que desea aprender sin barreras impuestas por la sociedad logrando
así la educación inclusiva.
Carballo, R. (2014) Detección de problemas de aprendizaje. San José, Costa Rica: EDUNED
UNESCO. (2015) Foro Mundial de la Educación 2015, Inclusión Educativa. Recuperado de http://es.unesco.org/world-education-forum-2015/5-key-themes/educacion-inclusiva
1 Comentarios
Excelente análisis de lo que significa la educación inclusiva y el propósito de ésta. No se trata solamente de agrupar a todas las personas estudiantes en una misma aula, va más allá, se trata de brindar una educación en la que se promueva el desarrollo de las habilidades por medio de una mediación pedagógica centrada en la persona, en la que se generen apoyos, de ser requeridos, tomando en cuenta no solamente conocimientos teóricos, sino también y priorizando los intereses y expectativas de las personas estudiantes, que el aprendizaje que éstas sea sea significativo y funcional a lo largo de su vida; como muy bien lo mencionas, la inclusión no se limita a los centros educativos, esta debe ser un estilo de vida en sociedad, en la que todas las personas, independientemente de nuestras características individuales, tengamos la oportunidad de desempeñarnos como los sujetos de derecho que somos.
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