Andrew come tacos

Tercera ley de Newton “para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”.




Una de las características que pueden presentar las personas con TEA es la selectividad de alimentos. Si hablamos de Andrew él nunca ha sido muy selectivo, comparte el gusto de la abuela por las comidas con caldo, le encantan los alimentos crujientes como chips, come ensaladas con tomate, zanahoria, pepino, entre otras. La comida frita suave por dentro y crujiente por fuera es de sus favoritas al igual que todos los miembros de la familia. No, le agradan los alimentos con texturas muy suaves, gelatinosas o que se ven pastosos, los que no accede a comer.  O sea hay alimentos que Andrew se resiste a probar porque no llaman su atención o no le gusta su aspecto.


 De esta pequeña explicación parte esta anécdota en la que los otros tres miembros de la familia comieron menos tacos de los que querían y que estaban deseando comer hace días. Esto porque Andrew ese día hizo una excepción y probó la comida antes de decir que no le gustaba.


Aunque la mamá de Andrew no es una experta en la cocina, si le agrada aprender a hacer comidas nuevas e internacionales. Ya aprendió a elaborar Sushi, el que Andrew no come por la textura del arroz glutinoso, él generalmente come el relleno con arroz blanco que su mamá le reserva.


Esta vez ella quería cocinar unos tacos al estilo mexicano lo más parecidos posibles a los tacos de birria. Para esto había comprado en el supermercado unos paquetes de tortillas de los cuales salían 4 tacos para cada una de las tres personas que prueban diferentes tipos de preparaciones.

 

La mamá de Andrew estaba casi segura que él no iba a comer tacos, tanto así que le preparo arroz blanco y le reservó un poco de carne con caldo para que comiera, como a él le gusta.


Una hora antes de la hora del almuerzo ella procedió a armar los tacos, los cuales como ya leyeron antes estaban contados para que el papá, la hermana y ella comieran 4 cada uno, Andrew comería la carne con el caldo y el arroz. 


Ya cuando la mamá de Andrew tenía todos los tacos preparados, un poco antes de llamar a los demás a comer pensó debería decirle a Andrew si quiere probarlos, para que vea el porqué él va a comer algo distinto. En ese momento ella no sabía lo que iba a pasar.


—Andrewww, venga acá un momento.

—Sí, ya voy. —Dijo él mientras caminaba hacia la cocina—. ¿Qué pasa mamá? —preguntó él al llegar.

—¿A usted le gusta esto? —le cuestionó ella señalando los tacos.


Andrew abrió los ojos más de lo habitual mientras observaba los tacos, luego, frunció el ceño y dijo:


—Puedo probar, para saber.


Su mamá se quedó un poco extrañada, esta no era una conducta común en él, pero, al ver que sí iba a probarlos, le dijo:


—Está bien, pruebe este. —Ella tomó un taco y se lo dio.


Mientras Andrew lo agarraba con la mano sus cejas se arrugaban y la nariz se le levantaba como expresando desagrado, parecía que él se estaba obligando a probarlos, luego lo llevó a su boca y lo mordió; en el pequeño lapso que lo mastico hizo mmm:


—Sí me gusta. —Dijo al terminar de masticarlo.  


Su mamá al escucharlo decir que sí le gustaron, con una expresión rara en la cara, parecía que sus ojos se iban a salir de la sorpresa de tan abiertos que los tenia y todavía con una pequeña duda le preguntó:


—¿Entonces, sí va a comer tacos?

—Sí —Respondió él.  

—Ok, vaya lávese las manos. —Le dijo mientras cerraba un poco los ojos, ya que sentía que se le iban a salir en cualquier momento.


Luego procedió a dividir los 12 tacos entre cuatro personas. Ya no iban a comer 4 cada 1, sino 3. —Vengan a comer, —gritó desde la cocina al terminar para avisar que ya estaba lista la comida.


Cuando llegó la hermana y vio que en su plato solo habían tres dijo:


—Mamá ¿No que eran 4 para cada uno?

—Sí —le respondió ella— pero le pregunté a Andrew si los quería probar, los probó y le gustaron, entonces va a comer tacos también.

—¿Andrew los probó? —dijo ella frunciendo su frente y  cejas.

—Repito, cuando le pregunté  a Andrew que si los quería probar me dijo que sí quería probarlos.


En ese momento llegó el papá e hizo la misma pregunta —¿no que eran 4 tacos para cada uno? 

—Sí, eran —respondió la hermana—, pero Andrew los probó y le gustaron. 

—¿Andrew los probó? ¿Y eso? A veces ni puede ver la comida porque hace arcadas, y  apenas es que no vomita.

—Esta vez decidió probar la comida y sí le gusto, entonces son menos tacos para cada uno. —Repitió la mamá, otra vez.

—Bueno son menos tacos para cada uno, pero Andrew decidió probar un nuevo alimento. Para mí eso es muy bueno.  —Dijo el papá ya resignado a comer menos tacos.

—Lado positivo, otra comida que va a comer de ahora en adelante, lado negativo, hoy los demás comemos menos. —Afirmó la mamá más resignada aún.  

          La hermana ya no repitió lo que ya todos sabían, solamente se sentó a comer.




Ese día, todos comieron menos tacos de los que querían. Pero, con la tranquilidad de saber que Andrew estaba avanzando en muchos de sus comportamientos, lo que no es fácil para él. El autismo muchas veces les impide a las personas que lo presentan ser flexibles en muchas áreas de la vida lo que les produce todo tipo de dificultades y/o hasta problemas de salud.

 

No obstante, la selectividad alimentaria se puede deber a diferentes razones como las sensoriales por la forma y textura que tienen los alimentos o cómo se sienten al tocarlos con las manos, así como  la sensación que producen en la boca al contacto con las partes de esta o la textura que toman al revolverse con la saliva (suave, pastosa, boronosa, etcétera).


También la forma en que se ven algunos al ser cocinados. Hasta el cómo se ven algunos al colocarlos juntos, por ejemplo en un gallo pinto (comida típica de Costa Rica en que se combina el arroz y los frijoles). 


Otra posibilidad es que pueden sufrir molestias gastrointestinales por intolerancias o alergias, lo que los lleva a querer comer el único que no se las produce. Se puede decir que la selectividad alimentaria puede ser provocada por múltiples causas y varían dependiendo del individuo.  


Es importante comprender de donde parten muchos de los comportamientos, hay una razón por la que una persona dentro del espectro presente selectividad alimentaria. Nuestra labor es investigar a profundidad para descartar cada una de las posibilidades que se la puedan generar. 




Publicar un comentario

0 Comentarios